Título: El honor perdido de Katharina Blum
Autor: Heinrich Böll
Tapa blanda, 160 páginas
Seix Barral, 2007
1ª publicación en 1974
Argumento
Tras acudir a una fiesta, Katharina Blum pasa la noche con un hombre al que acaba de conocer. A la mañana siguiente, Katharina descubre que su acompañante es sospechoso de diversos delitos. A partir de entonces será acusada de ser cómplice. La prensa, la policía y la justicia se unirán para destrozar su reputación, hasta hacer de su vida un infierno. Con un estilo que combina el informe policial y el artículo periodístico, Heinrich Böll hace una apasionante crítica a los medios de comunicación sensacionalistas y al abuso de los mecanismos de poder.
Reseña
Heinrich Theodor Böll fue un escritor alemán, figura emblemática de la literatura alemana de posguerra, también llamada "literatura de escombros". En 1972 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura.
Es un libro que ha sabido envejecer muy bien, sobre todo, porque trata de un tema que nunca pasa de moda: ¿Cómo la prensa puede arruinar la vida de una persona tergiversando la verdad?
Es sorprendente cómo la mayoría de personas que aparecen retratadas, aún conociéndose tan bien, llegan a desconfiar unas de otras por las palabras vertidas en un medio tan público y legítimo como es un periódico.
La historia quiere llamar la atención sobre cómo la sociedad permite que se le dé tanto poder a los medios, cómo estos no se cercioran de contrastar los datos antes de publicarlos y cómo cualquier cosa es posible con tal de vender ejemplares.
Tal y como dice la sinopsis, la narración sigue un camino intermedio entre un artículo periodístico y un informe policial por lo que se nos cuentan todos los datos con la máxima escrupulosidad posible para que el lector se haga una idea general de lo ocurrido y pueda tomar sus propias conclusiones.
En cuanto a la historia en sí, poco puedo decir puesto que se trata de una historia basada en hechos reales y no es ninguna trama de ficción. Lamentablemente, hechos como estos son el pan nuestro de cada día y quedan aislados y olvidados con el día a día de la sociedad.
No me termina de convencer, lo voy a dejar pasar.
ResponderEliminarSaludos