Mario Vargas Llosa, aunque nacido en Arequipa, Perú, actualmente tiene la doble nacionalidad peruana-española. Es por eso y porque ha pasado a formar parte de la decena de escritores de habla hispana que tienen este premio en su haber. En nuestro país ha ganado todos los premios posibles reconociéndole así como un gran escritor (Premio Planeta de 1993, Premio Príncipe de Asturias,el Biblioteca Breve de 1963 e incontables Honoris Causa).
Vargas Llosa vivió en Cochabamba, Bolivia, en Piura y en Lima durante su infancia, y no conoció a su padre hasta los diez años. Sus padres habían estado separados desde su nacimiento y el episodio del reencuentro afectó de forma definitiva y traumática el destino de este niño que cambió los mimos y engreimientos de su madre, tíos y abuelos por una férrea disciplina. La ausencia del padre y el brusco encuentro con éste, han influido en el escritor profundamente, puesto que varios de sus personajes ficticios (Richi en La ciudad y los perros, Ambrosio en Conversación en la Catedral, Mayta en Historia de Mayta...) sufren el mismo trauma.
Durante esta época comenzó a escribir, pese al rechazo de su padre a su carrera literaria, y colaboró con diarios mientras terminaba su primera pieza teatral, La huida del Inca. Poco después cursó estudios de derecho en San Marcos.
A partir de 1957 comienza su primera etapa literaria, publicando cuentos y relatos mientras trabajaba como reportero. En 1959 acudió a Madrid con una beca y en 1960 se instaló en París.
En 1963 apareció su primera gran novela, La ciudad y los perros, que le significó el Premio de la Crítica Española y el Biblioteca Breve. Tras este espaldarazo, que le supuso pasar a la primera plana literaria, Vargas Llosa publicó La casa verde, que consiguió el aplauso unánime de la crítica. Desde ese momento su producción aumenta y publica obras como Conversación en la catedral (1969) o Pantaleón y las visitadoras (1977).
Durante los años 80 y 90 del siglo XX, Vargas Llosa dejó a un lado su carrera literaria para dedicarse a la política, llegando a presentarse como candidato a presidente del Perú enfrentándose a Alberto Fujimori, quien acabó ganando las elecciones. Vargas Llosa decidió instalarse en España donde le fue concedida la doble nacionalidad.
Tras esto, Vargas Llosa retomó con intensidad la literatura y habría que destacar títulos posteriores como El pez en el agua (1993), La fiesta del chivo (2000) -que fue llevada al cine- y también Travesuras de la niña mala en 2006.
Su libro más reciente, El sueño del Celta, será publicado el 3 de noviembre de este año, justo antes de que reciba oficialmente el Premio Nobel el 12 de diciembre. Aquí les dejo la sinopsis del mismo.
La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916. Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte. Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo con argumentos. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía peruana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo, pues tras ellos se revelaba una verdad dolorosa: no era la barbarie africana ni amazónica la que volvía bárbaros a los civilizados europeos; eran ellos, en nombre del comercio, la civilización y el cristianismo, quienes cometían los actos más bárbaros. Estos dos viajes y lo que allí vio, cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés. Enplena I Guerra Mundial, viajó a Berlín para conspirar contra el Reino Unido y participó en el Alzamiento de Pascua de 1916, hecho que lo llevaría finalmente prisión.

Durante esta época comenzó a escribir, pese al rechazo de su padre a su carrera literaria, y colaboró con diarios mientras terminaba su primera pieza teatral, La huida del Inca. Poco después cursó estudios de derecho en San Marcos.
A partir de 1957 comienza su primera etapa literaria, publicando cuentos y relatos mientras trabajaba como reportero. En 1959 acudió a Madrid con una beca y en 1960 se instaló en París.
En 1963 apareció su primera gran novela, La ciudad y los perros, que le significó el Premio de la Crítica Española y el Biblioteca Breve. Tras este espaldarazo, que le supuso pasar a la primera plana literaria, Vargas Llosa publicó La casa verde, que consiguió el aplauso unánime de la crítica. Desde ese momento su producción aumenta y publica obras como Conversación en la catedral (1969) o Pantaleón y las visitadoras (1977).
Durante los años 80 y 90 del siglo XX, Vargas Llosa dejó a un lado su carrera literaria para dedicarse a la política, llegando a presentarse como candidato a presidente del Perú enfrentándose a Alberto Fujimori, quien acabó ganando las elecciones. Vargas Llosa decidió instalarse en España donde le fue concedida la doble nacionalidad.
Tras esto, Vargas Llosa retomó con intensidad la literatura y habría que destacar títulos posteriores como El pez en el agua (1993), La fiesta del chivo (2000) -que fue llevada al cine- y también Travesuras de la niña mala en 2006.
Su libro más reciente, El sueño del Celta, será publicado el 3 de noviembre de este año, justo antes de que reciba oficialmente el Premio Nobel el 12 de diciembre. Aquí les dejo la sinopsis del mismo.
La aventura que narra esta novela empieza en el Congo en 1903 y termina en una cárcel de Londres, una mañana de 1916. Aquí se cuenta la peripecia vital de un hombre de leyenda: el irlandés Roger Casement. Héroe y villano, traidor y libertario, moral e inmoral, su figura múltiple se apaga y renace tras su muerte. Casement fue uno de los primeros europeos en denunciar los horrores del colonialismo con argumentos. De sus viajes al Congo Belga y a la Amazonía peruana quedaron dos informes memorables que conmocionaron a la sociedad de su tiempo, pues tras ellos se revelaba una verdad dolorosa: no era la barbarie africana ni amazónica la que volvía bárbaros a los civilizados europeos; eran ellos, en nombre del comercio, la civilización y el cristianismo, quienes cometían los actos más bárbaros. Estos dos viajes y lo que allí vio, cambiarían a Casement para siempre, haciéndole emprender otra travesía, en este caso intelectual, tanto o más devastadora. La que lo llevó a enfrentarse a una Inglaterra que admiraba y a militar activamente en la causa del nacionalismo irlandés. Enplena I Guerra Mundial, viajó a Berlín para conspirar contra el Reino Unido y participó en el Alzamiento de Pascua de 1916, hecho que lo llevaría finalmente prisión.
(Información extraída de lecturalia.com y booksfactory.com)