Autora: Ana Draghia
Título: Playa de lluvia triste
Ebook, 320 páginas
Ediciones Kiwi, 2020
Argumento
Abril, 1998. Port Townsend, condado de Jefferson. Una joven sale de su casa y no regresa nunca. Veinte años después, en el pasillo de un supermercado de la misma ciudad, Ophelia se pregunta dónde se encuentra su padre. Ha llegado desde Londres para buscarlo y reclamarle la novela que le roba y firma con su nombre, pero parece que el escritor más destacado del momento, Emanuel Fitzpatrick, ha desaparecido de la faz de la tierra. Solo quedan de él un rastro de postales que le hace llegar a su hija, aunque no está segura de que sean suyas. Una serie de secretos oscuros empiezan a destaparse cuando encuentra una caja de fotos de Primrose Rogers, la joven que desapareció en la primavera de 1998, en el despacho de su padre.
Reseña
Ana María Draghia nació el 7 de noviembre de 1992 en Rumanía, trasladándose siete años después a España. Se graduó en Español: Lengua y Literaturas y realizó el Máster de Profesorado de Educación Secundaria en la Universidad de Alicante. Vive en Alicante y siente que ha nacido en el Mediterráneo, donde toman forma todas las historias que viven en su imaginación. Apasionada de la literatura, entre sus autores predilectos destacan Gabriel García Márquez, Julio Cortázar, las hermanas Brontë y Jane Austen.
Ya había leído de esta autora Una habitación en la luna, publicada también con Ediciones Kiwi, así que cuando vi la portada (que me llamó mucho), leí el argumento y supe que tenía que leerlo. Gracias a la editorial por cederme un ejemplar en digital.
Me encantan las historias que te transmiten algo y que, al mismo tiempo, nos van desvelando una trama oculta. Playa de lluvia triste tiene eso y mucho más. Es un thriller pero, también es una manera de aprender a vivir con lo perdido, de madurar, de buscar en tus raíces y de conocer a gente nueva que te ayudará a levantarte y coger impulso en el peor momento de tu vida.
La protagonista es Ophelia, una chica de 17 años que de la noche a la mañana se ve viajando lejos de su casa en busca de su padre y que termina en Port Townsend, en la casa de su padre pero sin rastro de él. A partir de entonces, la joven O. se embarcará en un mundo donde lo desconocido la asustará y no sabrá en quién confiar.
La traición de la persona en quien más confiaba y la pérdida de aquellos que eran sus amigos la rondarán de forma constante debatiéndola entre aferrarse a sus recuerdos o dejarlos atrás y seguir adelante por muy doloroso que esto sea.
Y, por si esto no fuera poco, O. se encontrará en medio de una investigación policial abandonada hace veinte años y cuyo objetivo es dar con la desaparecida Primrose Rogers, una joven a la que todo el pueblo quería y a la que la unen más cosas de las que O. cree.
He disfrutado mucho con la historia de O. y Noah, con cada pequeño detalle que él tenía y el por qué de llamarla así. En cuanto a su relación con su amiga Indigo, solo puedo decir que es muy creíble, porque cuando alguien está muy ciego y no quiere ver, por mucho que tú quieras ayudarlo, si él/ella no acepta que tiene un problema, tú no puedes hacer mucho más.
Sobre la resolución del caso, sí es verdad que al menos una pista sí que se presentaba sobre el sospechoso (no sé si se habrán dado más, pero yo no me he fijado al menos), pero esperaba que se dieran más pistas a lo largo del libro y no que se atara todo al final. Quitando ese pequeño detalle, el resto del libro me ha encantado por la cantidad y variedad de sentimientos por los que nuestra protagonista pasa. Ella sola tiene que sobrevivir a marchas forzadas en un lugar desconocido donde la gente no se lo pondrá especialmente fácil.
Es una historia que te remueve por dentro y sobre todo te hace pensar en la cantidad de mujeres desaparecidas cuyos casos no han sido resueltos. Un libro que recomiendo a cualquiera que quiera disfrutar de una buena lectura y volver a ponerse en la piel de un adolescente.