Autor: Pedro Antonio de Alarcón
Título: El sombrero de tres picos
Tapa blanda, 173 páginas
Editorial Cátedra, 2003
(1ª publicación: 1874)
Argumento
El lector se encuentra ante una de las obras maestras de la narrativa del siglo XIX y ante un tema literario incardinado ya para siempre en la cultura española. Alarcón, desde una posición amable y todopoderosa, plantea un conflicto cómico que configura con toques impresionistas, entre el realismo y el sainete. La anécdota de El sombrero de tres picos discurre entre personajes plásticamente diseñados, y busca su final sin esfuerzo, conducida por la mano maestra del autor omnisciente y burlón. Arcadio López-Casanova lleva a cabo el análisis de dicha maestría en esta edición impecable de la obra.
Reseña
(Guadix, España, 1833 - Madrid, 1891) Novelista español. De ideas anticlericales y antimonárquicas durante su juventud, la carrera literaria de Pedro Antonio de Alarcón en Madrid no tuvo éxito en un principio, por lo cual regresó a Granada, desde donde se mantuvo activo, sin embargo, en las intrigas políticas de su época.
Alarcón fue director del periódico satírico El Látigo, y posteriormente participó en la guerra de África, experiencia que recogió en Diario de un testigo de la guerra de África (1859). Más tarde realizó un viaje a Italia, del que saldría su segunda obra documental, De Madrid a Nápoles.
A su vuelta experimentó un giro hacia una postura católica y conservadora, a la vez que iniciaba su carrera como novelista con una serie de narraciones breves, de las que sobresale El sombrero de tres picos (1874). Entre las mejores novelas de su producción se hallan El escándalo (1875), El niño de la bola (1878) y La pródiga (1880). Aunque su figura ha quedado oscurecida por la inmensa talla de los grandes novelistas del periodo (Benito Pérez Galdós, Leopoldo Alas «Clarín» o Juan Valera), la crítica coincide en subrayar el innegable valor literario de su narrativa. (Extraído de www.biografiasyvidas.com)
Este libro nos tocó en el club de lectura del mes de noviembre y, la verdad, es que no sabía qué esperar debido a su antigüedad, pero me ha sorprendido gratamente. La brevedad de sus capítulos y la forma sencilla de su narración permiten avanzar rápidamente en la historia. Hay que tener en cuenta que es un castellano antiguo por lo que algunas palabras pueden no conocerse pero se entienden dentro del contexto de la historia.
En esta época y en la literatura, las mujeres eran maltratadas quizás por sus circunstancias (cuyo valor era poco menos que una burra, lo entenderéis si leéis el libro) o porque los autores eran hombres en su mayoría. Sin embargo, en esta historia las mujeres, a pesar de sus circunstancias, tienen las de ganar. Y eso es lo que me ha gustado de la historia.
Es ciertamente divertida. El autor ha sabido escribir con ingenio ciertas críticas a la Iglesia, pues en aquella época existía la Inquisición (estuvo la friolera de cuatro siglos, desde 1478 hasta 1821) y a la política, donde el propio Corregidor, le gusta destacar sobre sus inferiores comparándose con el propio Rey.
Además de la crítica social a la época, algo que no ha cambiado en estos tiempos (pues sigue habiendo manipulaciones y enchufes), también existe una parte que habla de amor. En ella, un matrimonio de molineros, Pedro y Frasquita se verán envueltos dentro de la peligrosa red del Corregidor. ¿Será su amor puro y sin límites capaz de superar las pruebas a las que se verá sometido?
Es verdad que ya está todo inventado, pero este libro me hizo pasar un buen rato y disfruté de él, pues ha envejecido bien con los años, a diferencia de otros libros en los que las historias nos puedan chocar por su contraste en las costumbres y tradiciones de distintas épocas.
Este libro lo he leido dos veces, en la primera me parti de risa y la segunda ya no me gusto tanto.
ResponderEliminarSaludos